20 de febrero de 2017

Duelo de borrachos, una gran resaca y mucho que averiguar

Nota introductoria: Aunque el microrrelato inicial de este texto ya fue publicado en este blog junto a otro (que nada más y nada menos contaba los orígenes de Windor), formó parte de una colaboración literaria que hice con otra bloguera, cuyo pseudónimo era "Madame Santal". 

El objetivo, a medio camino entre la colaboración, el experimento y el juego, era enviarle una consulta a esta bloguera, y ella respondería las preguntas que se le hicieran. Y aquí os comparto el resultado de las dos consultas que le hizo el protagonista del microrrelato.


Duelo de borrachos

Estaba siendo una noche memorable en la “Taberna resacosa”. No era para menos, se estaba desarrollando un épico duelo de borrachos en la mesa central. Y el público, para no ser menos, y al tiempo que iba haciendo sus apuestas, bebía jarras de cerveza con tal rapidez, que el tabernero no tenía ni tiempo de paladear las considerables ganancias, porque no dejaba de bajar y subir de la bodega con barriles del preciado líquido.

El público era de lo más variado que se pudiera imaginar: trolls, duendes, enanos, brujas, gólems, campesinos, caballeros, árboles parlantes… Incluso había lechuzas posadas en el techo, y que bebían licor de lagarto usando enormes pajitas. 

Aunque lo mejor eran los borrachos competidores de aquella noche. Se trataba de un mago con un sombrero cuya punta estaba tan doblada como su portador, y de un dragón que daba furiosos lametones a su cuenco. El mago no atinaba ya con su copa, ni siquiera usando su varita como pajita, pues no dejaba de ser un elemento para otros usos. Ganó el dragón, pero la reputación de la taberna seguiría intacta, nadie de los presentes escapó de una bien merecida resaca. Ni siquiera el dragón.


Inicio de la correspondencia

Carta de “Un mago resacoso”

A la atención de Madame Santal del Rayo Dorado,

Me llamo…bueno no, mejor ocultaré mi identidad por temor a que se rían de mi por recurrir a este…servicio. Soy un mago, y le pido discreción. Se preguntará por qué una persona que se gana la vida viviendo de la magia, recurre a preguntar sus inquietudes por este método, en lugar de aprovechar sus poderes para ello. La verdad es que…bueno, los magos tenemos…cierta tendencia al alcoholismo, es decir, no bebemos cada día alcohol, sino ocasionalmente, pero… ¡qué ocasiones!

¿Qué tienen que ver aquí mis hábitos del bebercio? Pues mucho, anoche estuve batiéndome en duelo de alcohol con un dragón. Y la verdad, hoy tengo una resaca considerable. Ya contaba con amanecer así, pues la taberna donde bebí tiene una intachable reputación de generar resacas a todo cliente. Pero hoy al despertar he echado en falta dos cosas importantes, y sin las cuales no puedo volver a la universidad a dar clase…así que… ¿dónde están mi varita y mi sombrero? Volví a la taberna pero allí no estaban, y temo que se las llevara otra persona, planta, pájaro o criatura allí presente. 

Un saludo de parte de…un mago sin nombre.


Respuesta para Mago Resacoso

Mi atentísimo Mago Resacoso, colega en estas artes atávicas, le recibo entre oleadas de incienso y esencias de salvia divinorum, ya que además de beneficioso produce un alivio a la hora del "despertar la mona" y ayudarla a que siga su viaje astral en otra dimensión más liviana de llevar a cuestas. Prometo serle una tumba donde enterrar sus cuitas y donde nadie sabrá de su consulta, aunque se trate de magos o hechiceros cotillas ¡no se preocupe!  

Ya adiviné sin tirar las cartas, ni mirar en mi bola de cristal, que usted suele echarse al gaznate unos buenos litros de alcohol. Se ha ganado con creces el honorífico título de saber empinar bien el codo, de modo que como verá ¡lo sé todo de usted! Supe también de su duelo con el dragón Bebercio, que le ha dejado más seco que el mar Muerto y más perdido que un langostino en el desierto.

Después de una tirada de cartas, me han salido el Hierofante y la Torre como lugares donde buscar dichos objetos: varita y sombrero. El Hierofante está representando al alcalde de su ciudad encantada, que anda mal de la vista y se ha confundido de objeto, creyendo que su varita es el bastón de mando, de modo que hágaselo saber con mucha diplomacia, ya conoce su mal genio.

Y la Torre, no es ni más ni menos que su propia casa, mire debajo de la cama porque su mujer es muy bromista y le gusta darle sustos de vez en cuando para que se acuerde de ella. 

¡Saludos bendecidos y mucha suerte!


Nueva carta de “Un mago resacoso”

A la atención de Madame Santal del Rayo Dorado,

Hola de nuevo. Tras seguir sus consejos para encontrar mi varita y mi sombrero, he de darle las gracias, ya que he encontrado ambas cosas. Claro que…la empresa no fue fácil.

Quizás lo más sencillo lo supuso el hecho de recuperar la varita, que ciertamente tenía el alcalde de mi ciudad. Le comenté de forma discreta que se había llevado por error mi herramienta mágica, y él admitió que así era, pero también dijo que si quería recuperarla no iba a ser gratis. Así que…como bien adivinaba usted, andaba mal de la vista, pero en cuanto saqué unas monedas de mi túnica, de sus labios caía abundante saliva, y pronto me arrebató las monedas para darme luego la varita. Ya se sabe que los políticos del mundo mágico son como en otras dimensiones, les encantan las ofrendas dinerarias.

Y sobre el sombrero…verá, usted dijo que me lo había escondido mi mujer, pero no estoy casado…Así que fui a ver a la mujer del decano de la universidad, con la que me acuesto de vez en cuando…y efectivamente, había escondido mi sombrero porque fui a verla tras salir de la taberna, y no le gustó el zarrapastroso aspecto que yo tenía, ni le dio ningún placer el poco sexo que fui capaz de darle en tan nefastas condiciones. Ya se lo dije, quien entra en la “Taberna Resacosa”, ya sabe de antemano cómo de mal acabará la velada.

Mi pregunta ahora es… ¿por qué he encontrado hoy en mi túnica unas bragas que no eran de la mujer del decano? ¿Es de alguna mujer de la taberna?

Gracias por todo, el mago resacoso y corneador.


Respuesta para Mago Resacoso

Mi estimado colega en tantas artes esotéricas y poderes extraordinarios, un placer recibirle nuevamente después de este periplo temporal donde le perdí un poco la pista. 

¡Por supuesto, los políticos del mundo mágico están cortados por el mismo patrón que los del resto interdimensional! Según los suelo ver en mi bola de cristal se mueven como cucarachas en pos de los usureros que manejan el tinglado comiéndose el mejor bocado y bailándoles el cha-cha-chá por delante y por detrás. ¡Bochornoso, amigo mío, estos cucaracheros! La próxima vez, hágame caso y ate con un hilo invisible sus ofrendas crematísticas, luego cuando el bribón de turno agache el lomo para "picar el anzuelo"... tire, tire, tírele de las orejas también, no sea que se guarde allí las sobras, porque un día de estos terminarán cagando billetes "de bin laden" (ya sabe, esos que dicen que existen, pero no se sabe dónde están).

Si, ya veo que le gustan las mujeres, le gusta el vino y si tiene que olvidarlas, bebe más vino.... Porque ama la vida y ama el amor, como un rufián, como un señor bohemio y soñador... que diría mi querido Julito de las Iglesias sin campanario ni monaguillos.

Menuda marcha que lleva de alterne y ligoteo, desde que entró en la taberna aquella noche del duelo. Está alcanzando cuotas insospechadas de criaturas enamoradas que se entregan sin ton ni son... En fin, que están loquitas perdidas y ¡claro ahora me pone en un aprieto, porque algunas de esas jovencitas son también mis clientas y me piden discreción! Más si me vuelvo imparcial, perdería personal y no es mi caso, de modo que voy a dar un paso y que me asista la suerte.

Según me indica mi lectura de runas, debe mantener los pies sobre la tierra y alejarse de cualquier pelandusca que se le acerque. ¡Ojo con esa chica de la taberna que no le pierde de vista! porque cuando le pilla de borrachera se le enreda la tal camarera, olvidándose de las bragas entre tanto revolcón.

Este es el mejor momento para dar el paso a cualquier proyecto de futuro, asi que olvídese de esa taberna tan cutre y asista a las fiestas de las chicas de universidad, donde encontrará variedad sofisticada, culta y enamorada para descubrir quien será la afortunada.

¡Saludos bendecidos y mucha suerte!